*Contiene más de la ración diaria habitual de referencias anatómicas y fisiológicas. 100% aprovechable. No contiene trazas que te hagan decir “¡cáscaras!”.
En el mundo del yoga existe una gran controversia alrededor de las inversiones en general y la postura sobre la cabeza (shirshasana) en particular. En un extremo están los que dicen que son las posturas más importantes del yoga. En el otro extremo, los que solo ven peligros y ningún beneficio y las excluyen por completo de su práctica. Para poder encontrar nuestro lugar en este espectro creo que es importante dejar a un lado afirmaciones no fundamentadas como “purifica la sangre” o “cura enfermedades” y revisar algunos datos objetivos:
Cintura escapular
- Cuando estamos de pié, la conexión que lleva nuestro peso hasta el suelo se hace a través de nuestras dos caderas, que son articulaciones muy estables. Sin embargo, en la postura sobre la cabeza esta conexión se hace a través de la cintura escapular. Esto son en realidad cuatro articulaciones en cada lado, que proporcionan más movilidad y menos estabilidad. Para poder hacer la postura sobre la cabeza, necesitamos desarrollar una fuerza y un conciencia del equilibrio en nuestros hombros que no practicamos para nada en nuestra vida diaria.
Cuello
- La columna vertebral está diseñada para soportar más peso en la parte de abajo que en la de arriba. Las inversiones ponen esta lógica del revés y por lo tanto requieren precaución. Incluso si las vertebras pueden soportar el peso, si la columna se sale de sus curvas naturales mientras sostiene una carga pesada podemos exponer los discos intervertebrales a una lesión. Por lo tanto, es necesario haber desarrollado sensibilidad en nuestra propiocepción y la fuerza necesaria para preservar las curvas naturales de la espalda al ponernos cabeza abajo. En particular, cualquier disco cervical que esté ya dañado sufrirá.
- Por otro lado, una carga mecánica moderada fortalece todos los tejidos espinales, incluídos los discos.
Circulación de retorno
- El retorno de tanto el líquido linfático como de la sangre venosa se ve favorecido en las posiciones invertidas. Esto permite un mejor intercambio de nutrientes y productos de desecho entre células y capilares.
Presión sanguínea
- En una inversión el corazón necesita latir con más fuerza, contra la gravedad, para que la sangre pueda llegar a todo el cuerpo. Esto está contraindicado para personas que sufran de tensión alta, independientemente de si están medicadas o no.
- El aumento de presión estimula los barorreceptores extremadamente sensibles de las arterias que llevan sangre a la cabeza. Esto produce un descenso reflejo de la presión sanguínea (sin embargo, esto no es una cura para la tensión alta).
Diafragma
- El peso del contenido abdominal contribuye a una exhalación más profunda y, por lo tanto, a la renovación de la reserva de aire de los pulmones (o sea, a una mejor oxigenación) y a estirar el diafragma.
- La respiración diafragmática se ve favorecida, porque la respiración torácica está restringida por los músculos que utilizamos para mantener el asana. Además, el peso del contenido abdominal sobre el diafragma supone resistencia, o sea, ejercicio añadido, que fortalece el diafragma.
Ojos
- La presión sobre la cabeza y, por lo tanto, en los globos oculares, aumenta. La hipertensión intraocular es uno de los factores que pueden desencadenar el glaucoma. También existe una relación, aunque mucho menos directa, con el desprendimiento de retina.
Mente
- Es difícil distraerse del aquí y ahora cuando estamos en una posición que nos desafía como esta lo hace. Sin embargo, es fácil distraerse de la experiencia de cómo le está yendo al cuerpo si nos dejamos llevar por la idea de hacer nuestro el asana.
La postura sobre la cabeza es una de las poses icónicas del yoga. Puede resultar muy seductora como señal de progreso, medida de comparación y trofeo que demuestre habilidad. No debemos olvidar que el hatha yoga no es meramente un catálogo de formas corporales (ver el post #7 – Progreso). Esta práctica es física y por supuesto puede abrir más conciencia, flexibilidad, fuerza y equilibrio en nuestros cuerpos. Sin embargo, no solo eso. También puede abrir más conciencia (sobre lo que necesitamos y podemos hacer, frente a lo que queremos), flexibilidad (para soltar ideas sobre lo que deberíamos hacer), fuerza (para mantenernos fieles a nuestro rumbo) y equilibrio (para encontrar vías intermedias que honren todos y cada uno de los aspectos de nuestro ser). La postura final sobre la cabeza no es para todo el mundo. Sin embargo, todas las partes que la componen pueden hacerse posibles para cada cuerpo utilizando alternativas o adaptaciones. Lo más importante no es si hacemos la postura sobre la cabeza o no, sino el optar por lo que nos sirva mejor y dejar a un lado lo demás.
Gracias a todEs mis alumnEs de Yoga Hub Berlin que me inspiran con su práctica.