semillas de yoga #10 – zigzags y espirales

A veces llegamos a un punto determinado con un asana en el que sentimos con claridad que algo ha encajado, como si hubiera un cambio de paradigma. “¡Lo tengo!” Puede ser que hayamos desarrollado fuerza suficiente para sostener la postura, o flexibilidad suficiente para agarrarnos, o equilibrio suficiente para mantenernos ahí. También puede ser que hayamos podido dejar la respiración fluir, o relajar los músculos que no hacían falta, o estar presentes en todo el cuerpo. Puede ser que hayamos descubierto como nuestra relación con el asana refleja algún aspecto de nuestra vida fuera de la esterilla. Puede ser que nos hayamos entregado a la limitación y hayamos podido habitar y gozar lo que sí podemos hacer. De cualquier manera, es posible que, después de “tenerlo”… lo perdamos de repente de nuevo. Todo cambia y se transforma constantemente, esa es la naturaleza de la existencia. Las oscilaciones y los ciclos también son transformaciones e, incluso aunque parezcan un retroceso, no lo son. De hecho, no existe el ir hacia atrás. Piensa en el día y la noche. Cada día es un nuevo día y no un retorno al anterior. Incluso si no podemos hacer hoy lo que hicimos ayer, todo se mueve hacia delante, en zigzag o en espiral, pero siempre hacia delante.

Gracias a todEs mis alumnEs de Yoga Hub Berlin que me inspiran con su práctica.

semillas de yoga #7 – progreso

El progreso es un movimiento que nos acerca a un destino. Con lo cual, depende de hacia qué estamos orientados. Cuando empezamos a practicar, la mayor parte de nosotros medimos nuestro progreso en términos espaciales (llegar más abajo con la cabeza, estirar más las piernas). Más tarde o más temprano este progreso se detendrá, bien debido a limitaciones anatómicas o porque hemos alcanzado el máximo posible, ¡pero hay otras muchas posibilidades! El progreso se podría medir en términos de tiempo (mantener el asana más tiempo o practicar durante un tiempo determinado). Se podría medir en términos del número y variedad de asanas que practicamos. Se podría medir en términos de la regularidad con la que practicamos. Se podría medir en términos de lo presentes que estamos mientras practicamos – ¡o lo conscientes que somos de lo no presente que estamos mientras practicamos! Se podría medir en términos del tiempo que llevamos practicando a pesar interrupciones, lesiones o simplemente perder el hilo. Practicar supone progresar. Cada día que practicamos, progresamos, es inevitable. Poco a poco, la práctica va revelando aspectos de sí misma hacia los que no podríamos haber apuntado, porque no podíamos ni imaginarlos. Progresar también puede ser seguir nuestro camino en el yoga, sea el que sea, tome la forma que tome, y entregarnos completamente según nos lleva a partes desconocidas de nuestra naturaleza.

Gracias a todEs mis alumnEs de Yoga Hub Berlin que me inspiran con su práctica.